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13.10.11

Día de la hispanidad (o de la banderita)

Ayer en La Malagueta cambiaron las banderillas por banderitas. Por la mañana, obedeciendo la orden de su "jefe" (que en este barrio de derechas es el mismo para casi todos), las han sacado a los balcones. Rojo y gualda con el "torito" (qué mono), con la corona (qué monárquicos) incluso algunos con la gallina (que... en fin). Con todo su pesar por no estar en Madrid para abuchear a los miembros del Gobierno... socialista, claro. Y es que aún hoy celebramos en España la masacre mas sangrienta realizada en la historia del hombre.
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Los que vivís aquí lo padeceréis, como yo, los del otro lado lo desconocéis, pero las perspectivas de los sudamericanos cuando llegan a este país-madre-patria buscando un mejor futuro, son prácticamente nulas. Si aún hay españoles que caen en la red de las casas comerciales que ofrecen trabajos buenos, bonitos y bien pagados, imagináos a los que vienen de fuera, y cansados de entregar currículos manchados del humor que las rozaduras de sus pies impregnan, escuchan aquello de "es muy fácil, se trata de llamar por teléfono a todos los números de las páginas blancas -2.000 págs.- y ofrecerles nuestro producto, que agradecerán y aceptarán sin problema, y con las comisiones obtenidas podréis sacar una gran cantidad de dinero" Y los pobres caen. Y tú llegas a tu casa a las 4 de la tarde, cansada, con la comida por poner, y mientras pones la mesa suena el teléfono cinco veces desde un número desconocido tras el cual una voz con acento argentino, uruguayo, peruano, chileno, etc. etc. te dice "¿La señora Rosa?". Entonces tú ya sabes que tras esa voz está la compañía equis que viene a venderte un ADSL o una batidora que te lleva hasta los niños al colegio. Cuando te has levantado de la mesa o te has enjuagado las manos de los platos por enésima vez, la cosa se pone tensa..."por favor ¿quieren dejarme tranquila?" o "¿podrían borrarme de una vez por todas de su base de datos?"... Pero ellos están más que bien entrenados, y haciendo caso omiso a tu súplica insisten e insisten. El estómago vacío y cuatro niños te hacen perder hasta la vergüenza (piensas tú). Y entonces cambias de táctica y le preguntas por su sueldo con la estúpida esperanza de que con ello conseguirás un adepto más a la causa de la lucha contra las desigualdades. Nada. El alquiler, la luz, el gas, el contrato de trabajo necesario para formalizar el permiso de residente en el país... todo eso da mucha fuerza para seguir insistiendo. Entonces cada vez que ves "número desconocido" en la chivata pantallita del teléfono, optas por no descolgar.

Pero es que hoy era el día de la HISPANIDAD... qué bonito. Pues cuando ya tienes la paella encima de la mesa y has gritado tres veces "¡Nena, a comer!"... suena el teléfono... número desconocido... no, no puede ser... descuelgas:

-¿Sí?
-¿Señora Rosa?
-¿No descansáis ni el día de la "banderita"?
-No señora, fíjese usted, que un día en que todos están celebrando, nosotros hemos de trabajar.
-Pues yo estoy aprovechando el día de la bandera para descansar de ella. Por cierto, siento mucho que no haya cambiado nada en estos 500 años.
-(Risas)

El desconocido sonó otra vez más, esta vez no descolgamos. Y las banderitas siguen llenando el paisaje de nuestras ventanas.

ESPAÑA, CAMISA BLANCA DE MI ESPERANZA,
A VECES MADRE
Y SIEMPRE... MADRASTRA.

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Aunque hoy, no sé por qué, es otra canción la que me viene a la memoria:



Punto y Raya

Entre tu pueblo y mi pueblo
hay un punto y una raya.
La raya dice no hay paso,
el punto: vía cerrada.

Y así entre todos los pueblos,
raya y punto, punto y raya.
Con tantas rayas y puntos,
el mapa es un telegrama.

Caminando por el mundo
se ven ríos y montañas,
se ven selvas y desiertos
pero ni puntos ni rayas.

Porque esas cosas no existen
sino que fueron trazadas
para que mi hambre y la tuya
estén siempre separadas
.

1.10.11

Especialmente en abril -en Buenos Aires, octubre-


Especialmente en abril
se echa a la calle la vida.
Cicatrizan las heridas
y al corazón, como al sol,
se le alegra la mirada
y se abre paso entre las nubes.
Al paisaje se le suben
los colores a la cara.
Y apetece ir donde cubre
a nadar contra corriente.
En abril especialmente
- en Buenos Aires, octubre -.

Se ruega al señor "fulano de tal"
- dice la voz de la conciencia malherida -
que haga el favor de personarse
urgentemente en la salida.

Que el día más insospechado
y de cualquier manera,
en el lugar más imprevisto
se puede aparecer la primavera.

Especialmente en abril
la razón se indisciplina
y como una serpentina
se enmaraña por ahí.
Van buscando los rincones,
sofocadas, las parejas.
Hacen planes y se dejan
llevar por las emociones.
Sin atender, imprudentes,
el consejo de Neruda:
"que las nieves son más crudas
en abril, especialmente".

Especialmente en abril...

1.5.11

El dulce milagro


¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besome las manos, y en ellas
¡Oh, gracia! brotaron rosas como estrellas.

Y voy por la senda voceando el encanto
y de dicha alterno sonrisa con llanto,
y bajo el milagro de mi encantamiento
se aroman de rosas las alas del viento.

Y murmura la gente al verme con pena:
-¿No veis que está loca? Tornadla a la casa.
¡Dice que en las manos le han nacido rosas
y las va agitando como mariposas!

¡Ah, pobre la gente que nunca comprende
un milagro de estos y que sólo entiende,
que no nacen rosas más que en los rosales!
¡Y que no hay más trigo que el de los trigales!

Que requiere líneas, y color y forma,
y que sólo admite realidad por norma.
Que cuando uno dice: -voy con la dulzura,
de inmediato buscan a la criatura.

Que me digan loca, que en celda me encierren,
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo, carcelero fiel.

Cantaré lo mismo: -mis manos florecen
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
¡Y toda mi celda tendrá la fragancia,
de un inmenso ramo de rosas de Francia!

Juana de Ibarbourou

14.4.11

Abril



Abril

Juega el viento de abril gracioso y leve
con la cortina azul de mi ventana
da todo el sol de abril sobre la ufana
niña que pide al sol que se la lleve.

En vano el sol contemplará tendidos
hacia su luz sus brazos seductores
esos brazos donde cuelgan las flores
como en las ramas cuelgan los nidos.

También el sol, también el sol amado
—y como todos los que amamos, sonriente—
puede llevar la luz sobre la frente
pero lleva la muerte en el costado.

(José Martí - Miguel Porcel)

5.4.11

Como esperando abril.

Mucho más allá de mi ventana,
las nubes de la mañana
son una flor que le ha nacido a un tren.

Un reloj se transforma en cangrejo
y la capa de un viejo
da con una tempestad de comején.

Mucho más allá de mi ventana
algodones jugaban a ser un jardín,
en espera de abril.

Luego entro, los ojos
chorreando esa luz de infinito,
y es cuando necesito
un perro, un bastón, una mano, una fe.

Y tú pasas tocando
el frío con suave silencio,
y ciego te sentencio
a que nombres todo lo que ahora no sé.

Mucho más allá de mi ventana
mi esperanza jugaba a una flor,
a un jardín,
como esperando abril.

Detengamos abril...

1.4.11

Cómo no... Machado.

Abril florecía
frente a mi ventana.
Entre los jazmines
y las rosas blancas
de un balcón florido,
vi las dos hermanas.
La menor cosía,
la mayor hilaba ...
Entre los jazmines
y las rosas blancas,
la más pequeñita,
risueña y rosada
—su aguja en el aire—,
miró a mi ventana.

La mayor seguía
silenciosa y pálida,
el huso en su rueca
que el lino enroscaba.
Abril florecía
frente a mi ventana.

Una clara tarde
la mayor lloraba,
entre los jazmines
y las rosas blancas,
y ante el blanco lino
que en su rueca hilaba.
—¿Qué tienes —le dije—
silenciosa pálida?
Señaló el vestido
que empezó la hermana.
En la negra túnica
la aguja brillaba;
sobre el velo blanco,
el dedal de plata.
Señaló a la tarde
de abril que soñaba,
mientras que se oía
tañer de campanas.
Y en la clara tarde
me enseñó sus lágrimas...
Abril florecía
frente a mi ventana.

Fue otro abril alegre
y otra tarde plácida.
El balcón florido
solitario estaba...
Ni la pequeñita
risueña y rosada,
ni la hermana triste,
silenciosa y pálida,
ni la negra túnica,
ni la toca blanca...
Tan sólo en el huso
el lino giraba
por mano invisible,
y en la oscura sala
la luna del limpio
espejo brillaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas
del balcón florido,
me miré en la clara
luna del espejo
que lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mi ventana.

29.3.11

Gracias por todo, Lluis.




ROSAS BLANCAS
(ROSES BLANQUES)

Como un enorme ramo de rosas blancas
tu recuerdo que me acompaña.
Te soy deudor de tanta luz
que me sobra espacio y me sobra tarde;
todo se llena con tu nombre
que voy diciendo, Laura.

Sombra de mar la voz que te llama
y viento de sueños la mirada,
pienso el silencio encarcelado
en los acordes de una guitarra,
y todo se llena con tu nombre
que voy diciendo, Laura.

Tanta esperanza compartida
posibilita aún más la esperanza.
El tiempo se desliza a través
del armonioso tornavoz de las palabras,
tal como se desliza a través de tu nombre
que voy diciendo, Laura.

Todos los caminos para acogerte,
todos los ecos para añorarte
y tu sonrisa convertida en canción
mucho más allá de la tristeza,
para mecerme con tu nombre
que voy diciendo, Laura.

Te sé muy lejos pero me invitas
con los ojos claros a recordarte
y ahora con gesto desmesurado
hago de tu gesto mi espejismo
para perderme siempre en tu nombre
que voy diciendo, Laura.

9.3.11

Una rosa blanca contra el negro petróleo

“Rosa Blanca” fue realizada en el año de 1961 con un guión elaborado por  Roberto Gavaldón y por el escritor y dramaturgo Emilio Carballido. Su argumento se basó en un cuento del escritor B. Traven, en el cual se relata la forma en que la población Rosa Blanca, ubicada en la costa del Golfo de México, fue saqueada por la empresa estadunidense Condor Oil Company Inc., debido a la extracción de miles de barriles de petróleo.
A principios del siglo XX, un campesino mexicano sufre las presiones y humillaciones de una compañía petrolera extranjera para que venda su tierra. Él se niega, a pesar de perder a miembros de su familia en su lucha por conservar su hogar.
“Rosa Blanca” refleja la actitud inmoral en el empleo de los recursos más bajos para convencer a los habitantes de esa población en vender sus propiedades por pequeñas cantidades de dinero. Esta película fue censurada y permaneció enlatada por once años, esto debido a su clara denuncia de las arbitrariedades que eran permitidas a las compañías extractoras de petróleo antes de 1938.
La película fue producida en 1961, durante el mandato de Adolfo López Mateos. Censurada en aquel tiempo por intereses políticos, el largometraje no pudo ser proyectado hasta el año de 1972.

7.3.11

Más Rosa Blanca... más Carolina



LA ROSA BLANCA
(SONETO)

¿Cuál de las hijas del verano ardiente,
cándida rosa, iguala a tu hermosura,
la suavísima tez y la frescura
que brotan de tu faz resplandeciente?

La sonrosada luz de alba naciente
no muestra al desplegarse más dulzura,
ni el ala de los cisnes la blancura
que el peregrino cerco de tu frente.

Así, gloria del huerto, en el pomposo
ramo descuellas desde verde asiento;
cuando llevado sobre el manso viento

a tu argentino cáliz oloroso
roba su aroma insecto licencioso,
y el puro esmalte empaña con su aliento.

Carolina Coronado

6.3.11

Blanca de las trece rosas.

Que mi nombre no se borre de la historia.

Así terminaba su última carta Julia Conesa, una de las jóvenes fusiladas por los franquistas en el llamado caso de las 13 rosas... tenía 19 años.

Trece rosas rojas, como se tituló el documental que realizó sobre ellas Carlos Fonseca.

Pero, aun no siendo el pensamiento o la ideología razón para incriminar a nadie, hasta esta afirmación era falsa, como falso fue el motivo alegado por las autoridades golpistas para condenarlas y falsas las justificaciones.

"Juro aplastar y hundir al que se interponga en nuestro camino" afirmaba el dictador en sus discursos. Al día de hoy desgraciadamente sabemos que cumplió a rajatabla sus amenazas... de las 13, siete eran menores de edad.

Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brissac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente. Modistas, pianistas, secretarias, activistas, demócratas, mujeres... fusiladas.


Blanca, la mayor de todas, casada y con un hijo, Enrique, pertenecía a una familia de derechas que acultó a éste durante 16 años la existencia de una carta que la joven dejó antes de recorrer el camino al cementerio del Este, donde fueron fusiladas las 13 jóvenes, junto con otros 43 hombres, por su supuesta pertenencia a la Juventudes Socialistas Unificadas: “Voy a morir con la cabeza alta… Sólo te pido… que quieras a todos y que no guardes nunca rencor a los que dieron muerte a tus padres, eso nunca. Las personas buenas no guardan rencor… Enrique, que te hagan hacer la comunión, pero bien preparado, tan bien cimentada la religión como me la cimentaron a mí… Hijo, hijo, hasta la eternidad…”.

Paradojas.



5.3.11

La Rosablanca de Carolina Coronado

  ROSABLANCA

La luz del día se apaga;
rosa blanca, sola y muda
entre los álamos vaga
de la arboleda desnuda,

Y se desliza tan leve,
que el pájaro adormecido
toma su andar por ruido
de hoja que la brisa mueve,

Ni para ver en su ocaso
al sol hermoso un instante
ha detenido su paso
indiferente y errante.

Ni de la noche llegada
a las tinieblas atiende,
ni objeto alguno suspende
su turbia incierta mirada.

Y ni lágrimas ni acentos,
ni un suspiro mal ahogado
revelan los sufrimientos
de su espíritu apenado.

¡Tal vez de tantos gemidos
tiene el corazón postrado!
¡Tal vez sus ojos rendidos
están, de mal tan llorado!

Tal vez no hay un pensamiento
en su cabeza marchita,
y en brazos del desaliento
ni oye, ni ve, ni medita.—

El poeta «suave rosa»
llamóla, muerto de amores
¡El poeta es mariposa
que adula todas las flores!

Bella es la azucena pura,
dulce la aroma olorosa
y la postrera hermosura
es siempre la más hermosa.

En sus amantes desvelos
la envidiaron las doncellas;
mas ¡ay! son para los celos
todas las rivales bellas.

Viose en transparente espejo
linda la joven cabeza;
mas tal vez dio en su reflejo
su vanidad la belleza.

¿Y qué importa si es hermosa?
sola, muda y abismada
sólo busca la apartada
arboleda silenciosa.

Y allí cuando debilita
su espíritu el sufrimiento,
en brazos del desaliento
ni oye, ni ve, ni medita.




Carolina Coronado

4.3.11

Los panfletos de La Rosa Blanca

“Nada es mas indigno para un pueblo civilizado que dejarse "gobernar", sin oponer resistencia, por una camarilla irresponsable que se deja llevar por sus bajos instintos”.

Con esta frase se iniciaba el que sería el primero de los siete panfletos redactados por un grupo de estudiantes cuya acción consistía en hacer oposición al nacismo dentro y fuera de la Universidad donde estudiaban, a través de la distribución clandestina de los mismos y que se hicieron llamar La Rosa Blanca. Decía uno de los hermanos que lo componían, en el interrogatorio al que lo sometieron antes de su ejecución, que el nombre fue decidido tras la lectura de un romancero español publicado por el alemán Clemens Brentano.
El trágico final de los hermanos Scholl, guillotinados los tres, ha sido plasmado en libros y películas del mismo nombre y mil veces comentados en páginas y foros de internet, haciendo especial hincapié en la figura de la hermana, Sophie, por lo que sería absurdo entrar en pormenores, anécdotas o fechas de lo que ocurrió.
Pero cuán orgullosa me sentí el día que buscando mi nombre en esas páginas confiando hallar alguna similitud que me inspirara a comenzar este blog o alguna imagen que lo acompañase, me encontré ante esta real, bella y trágica historia que impulsaron estos valientes hermanos, guardando la sorprendente coincidencia con mi propia familia de haber sido luchadores y víctimas contra una misma causa: el fascismo.
Mas allá de ser una coicidencia, fue todo un placer.

3.3.11

La Rosa Blanca de José Martí.

Cultivo una rosa blanca

Cultivo una rosa blanca
en Junio como en Enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo,
cultivo la rosa blanca
.........................................

En un blog con este nombre,
no nos podíamos saltar
la rosa blanca cubana,
poema de la amistad.
No es este espacio el primero,
ni el último lo será,
son cientos donde verán
el verso del guerrillero.
Ya hubiese querido yo
publicar sus Versos Libres,
libres no por carecer
de ritmos, rimas o timbres,
sino por ahondar el grito
de la libertad del hombre,
de los derechos de un niño,
y la pena de los pobres.

Rosa Blanca.

2.3.11

Rosa Blanca



- ¡¡¡Rosa, es una niña!!!
La matrona le anunciaba así de orgullosa, con el bebé aún en sus manos, que había merecido la pena dar a luz, aunque ya fuese la quinta, porque esta era distinta... había tenido una hija.
¿Y eso lo hacía diferente?  ¿Sería menor la carga? ¿Tendría al fin una cómplice y testigo de su vida? ¿Sería la ayuda que necesitaba para afrontar sus días rodeada de obligaciones y de hombres?
Quizá todo eso pensaba Rosa observando a la criatura, muy lejos de caer en la cuenta de que había que escoger el nombre con que llamarla.  Ya hacía cinco años de su último parto, y a sus 41 a punto de cumplir, nunca imaginó que tendría que volver a cambiar gasas, dar el pecho... empezar de nuevo.

La elección del nombre de sus cuatro varones no tuvo mayor complicación que la de alternarlos entre familiares de su marido y los suyos propios:
El primero se llamó como como su progenitor y todos sus ascendentes, manteniendo de una forma u otra una tradición de siglos.
El siguiente recibió el que compartían el padre de ella y uno de sus dos hermanos, a los que perdió junto al más pequeño, con motivo de la guerra y sus secuelas.
El tercero llevaría el de un familiar paterno.
Al último, por hacer un honor a su única hermana, lo llamarían como el marido de ésta.

Tantas veces tuvo que descartar decidir en femenino, que cuando llegó el momento, tan tardío, lo último que pensó fue en su nombre.

Su hermana y su madre, únicas supervivientes del desatre, se apodaban de la misma forma, pero la ausencia de hijas entre ambas hermanas impidió perpetuarlo.

La amiga, esa mujer que la había acompañado desde que nació el primero y cuyo útero quedó intacto, sin fruto y sin respuesta, pues la fertilidad de un hombre nunca se ponía a prueba, hubo de conformarse con ser ocho veces madrina y nunca madre. Testigos de mil bautizos con mil nombres femeninos, nunca pudo ser el de ella. Aquella que contaba que, de no ser por sus palabras, Rosa hubiese abortado a la criatura cansada ya de hijos y de cargas:
-Ya verás mujer como esta vez al menos será hembra, y como tantas otras niñas, nos llevará por padrinos.
La que había ayudado a Rosa en la crianza de sus hijos, la que le había hecho más leve aquel indeseado embarazo, la que se hubiese cambiado por ella y la hubiese engendrado en su vientre... pensó que, por una vez, poner a la recién nacida su nombre, junto al de su madre, no era pedir demasiado.

Rosa, al igual que su marido había heredado el suyo de la saga femenina de su familia paterna donde abuelas, bisabuelas, tatarabuelas... todas se llamaban Rosa.

La hermana pensaba que, siendo la única hija de la saga familiar, la pequeña debía llevar el nombre de quien la había parido, manteniendo así una costumbre de generaciones traida desde la lejana región donde nació el padre de ambas. Ni siquiera el suyo propio, aunque éste representase a las dos mujeres que conformaban la única familia que le quedaba a Rosa. No. ¡La niña debía llamarse como su madre!

Las opiniones se debatían una tras otra a espaldas de la recién parida, hasta que la tía, sostenida por el empeño de representar en su sobrina la frescura de quien embriagaría de feminidad el masculino mundo que las rodeaba, y dejando sin argumentos cualquier otra opción enfrentada, se dirigió a su hermana y le dijo: -Ni madre, ni madrina, ni tía, ni abuela. La niña se llamará... Rosa Blanca.

Y este mismo día, con ese mismo nombre, os doy la bienvenida a la que a partir de ahora será mi página y la de todo aquel que quiera entrar.

¡Adelante!